¿Sabías que un mismo producto puede tener diferente origen según el tratado?
En el comercio internacional, el «país de origen» de un producto no siempre es tan obvio como parece. Aunque físicamente es el mismo bien, su origen puede cambiar dependiendo del tratado comercial bajo el cual se intente importar o exportar. Esta situación puede marcar la diferencia entre pagar un arancel o no, recibir una preferencia arancelaria o enfrentar sanciones por incumplimiento.
A continuación, te explicamos por qué sucede esto, con ejemplos claros y un lenguaje técnico accesible.
¿Qué significa «origen» en comercio exterior?
El origen de una mercancía es el país donde se considera que fue producida o suficientemente transformada. No debe confundirse con el lugar de embarque ni con la nacionalidad de la empresa. Este criterio es fundamental para acceder a beneficios de tratados de libre comercio (TLC), como la exención de aranceles.
No hay una sola regla de origen
Cada tratado comercial establece sus propias Reglas de Origen. Por eso, un mismo producto puede calificar como «originario» bajo un tratado, pero no bajo otro. Estas reglas pueden basarse en:
- Cambio de clasificación arancelaria (CC, CCN, CCC): Exige que el producto cambie de fracción arancelaria tras el proceso de producción.
- Contenido regional (CR): Requiere que un porcentaje mínimo del valor del producto provenga de países parte del tratado.
- Procesos específicos: Algunos productos deben cumplir con procesos técnicos detallados para ser considerados originarios.
Ejemplo práctico: un suéter fabricado en Centroamérica
Imagina que una empresa mexicana importa un suéter confeccionado en El Salvador con hilo de algodón proveniente de China.
- Bajo el TLC entre México y Centroamérica, puede no cumplir con las reglas de origen si el hilo no fue suficientemente transformado, ya que exige un cambio de partida y cierto contenido regional.
- Bajo el T-MEC (México-EE.UU.-Canadá), ese mismo suéter ni siquiera sería elegible, pues El Salvador no es parte del tratado.
- Sin tratado, el producto se considera de «tercer país», y pagaría el arancel completo establecido por la LIGIE.
El resultado: un mismo suéter puede pagar 0% de arancel o hasta un 35%, según el tratado y el cumplimiento de reglas de origen.
¿Por qué es importante verificar el tratado aplicable?
Una mala interpretación puede llevarte a:
- Pagar aranceles innecesarios.
- Perder competitividad en precio.
- Ser sancionado por uso indebido de un certificado de origen.
- Afectar la logística si se requiere reetiquetado o rectificación.
Por eso, siempre es indispensable analizar qué tratados aplican, revisar sus reglas de origen y validar si la mercancía califica como originaria.
¿Qué hacer si tu producto tiene insumos de varios países?
En esos casos, es fundamental realizar un análisis de origen. Esto implica:
- Identificar la fracción arancelaria.
- Revisar la regla de origen en cada tratado aplicable.
- Calcular el contenido regional si se requiere.
- Determinar si hay cambio de clasificación arancelaria.
- Documentar adecuadamente el proceso productivo.
Este análisis no solo ayuda a elegir el mejor tratado para importar, sino también a planear estrategias de manufactura y cadena de suministro.
El origen de un producto en comercio exterior no es estático: depende del tratado que se utilice. Ignorar esto puede implicar errores costosos y sanciones. Además, el certificado de origen es el documento clave para acreditar ese origen y acceder a los beneficios del tratado. Si no está bien sustentado, podrías perder todas las ventajas arancelarias.
En Asesoría Arancelaria te ayudamos a determinar correctamente el origen de tus productos y a emitir certificados de origen válidos según cada tratado comercial.
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